lunes, 1 de abril de 2013

Conjuntivitis

Es muy común que durante las vacaciones de primavera, la conjuntivitis haga su triunfal aparición, afectando a familias enteras cuando uno de sus miembros la lleva a casa.

Se llama conjuntiva al tejido tipo membrana transparente que cubre el ojo, el cual sirve para proteger al mismo manteniéndolo húmedo y lubricado, así también actúa como una barrera de protección física a la esclerótica (que es la parte blanca del ojo).

La CONJUNTIVITIS es la inflamación de la conjuntiva. Puede ser causada por agentes bacterianos, virales, alérgicos, traumáticos y químicos.

Es más común que se presente en la época de primavera por la presencia de polen y polvo suspendidos en el aire. Los virus son los principales agentes causales de esta enfermedad, aunque por la manipulación que generan sus síntomas, puede condicionarse una “sobreinfección” de tipo bacteriano.

Entre los síntomas más comunes encontramos:
-Dolor ocular
-Epífora (lagrimeo)
-Sensación de cuerpo extraño en el ojo
-Comezón del ojo
-Hiperemia conjuntival (que el ojo se ponga rojo)
-Lagañas
-Fotofobia (intolerancia a la luz)
-Edema palpebral (párpados inflamados)


La conjuntivitis tiene una duración aproximada de 7 a 14 días y va a depender del agente que la cause, los cuidados que se tengan y la atención oportuna del médico. Por lo general inicia en un ojo, pero si no se tiene el cuidado adecuado es muy probable que el otro  también se contagie.

La forma de contagio es a través de la exposición directa de la secreción del ojo. ¿Cómo sucede esto? Es simple, como ya mencionamos, uno de los síntomas más comunes es la comezón, por lo que el paciente empieza a tocarse el parpado para aliviar esta molestia. Al hacer contacto con el ojo, sus manos se impregnan de la secreción que posteriormente puede dejar en la cerradura de la puerta, la manija del refrigerador, las llaves de agua e incluso transmitirla al saludar de mano.

La epífora (lagrimeo) y la presencia de lagañas son molestias que el paciente intenta mitigar limpiándose los ojos con pañuelos o con las mangas de la camisa, dejando sus secreciones éstas. En muchas ocasiones, se utiliza el mismo pañuelo para limpiar ambos ojos, lo que hace que la infección pase de un ojo a otro. El alto grado de contagio se produce porque la familia desconoce cómo la infección puede llegar hasta sus ojos.

La conjuntivitis es una enfermedad incapacitante por lo molesto que son sus síntomas. De igual forma, sino se trata a tiempo o el paciente se auto-medica, se puede llegar a complicar al grado de incluso perder la visión.

Una práctica común es aplicar té de manzanilla (como lo recomiendan las abuelitas), sin embargo esto no es lo más adecuado, pues la infusión de manzanilla puede tener residuos, estar contaminada por gérmenes o causar alguna reacción alérgica. La función de la manzanilla es básicamente desinflamatoria, así que lo mejor es usar colirios que sirvan para esta función, los cuales ya están debidamente probados.

Las siguientes indicaciones son de suma utilidad para evitar complicaciones o contagios a otras personas:

-Cuando sientas algunos de los síntomas descritos previamente, acude de forma inmediata al médico. No te automediques. Recuerda que no todas las conjuntivitis son causadas por bacterias, por lo que no necesariamente se tienen que tratar con antibióticos. Las gotas que sirven para quitar lo rojo a los ojos, por lo general son vasoconstrictores que deben ser recetados previa supervisión médica. Algunos medicamentos después de abiertos, necesitan refrigerarse.


-Procura utilizar lentes oscuros. Éstos servirán como protección al ojo  para evitar que el aire y la luz incrementen los síntomas. De igual forma ofrecen una barrera entre los ojos y tus manos. No utilices lentes que previamente haya usado un enfermo de conjuntivitis.


-Se recomienda limpiar las secreciones con pañuelos desechables. Un pañuelo por ojo y depositar éstos en el bote de basura. Evita usar pañuelos de tela, papel sanitario, las mangas de la ropa o las manos de forma directa.


-El lavado de manos es pieza fundamental en la prevención de contagios. Es recomendable que el paciente y los que conviven con él incrementen esta práctica.


-Los medicamentos se deben aplicar en el horario indicado y con la técnica adecuada. Cuando varios miembros de la familia tienen la enfermedad, cada paciente debe tener su propio frasco de gotas o colirios. Si las gotas son aplicadas por otras personas, es muy importante que éstas se laven las manos de forma inmediata. Los frascos de medicamento no deben entrar en contacto con los ojos.


-Las compresas de agua fría ayudan a disminuir las molestias de los ojos. Recuerda utilizar una compresa por ojo y desecharlas.


-Cuando los párpados se pegan al secarse las lagañas (algo muy común que sucede al despertar), evita tratar de despegarlos con las manos. Se puede utilizar agua tibia para suavizar las lagañas (o legañas como se conoce en algunos lugares)  y de esta forma será más fácil.


-Desinfectar las llaves, las manijas, el volante de los vehículos, las cerraduras y evitar los saludos de mano o el contacto directo son de mucha utilidad para prevenir contagios.


-Si se lleva más de tres días de tratamiento indicado por el médico y no se encuentra mejoría o existe un empeoramiento de los síntomas, lo más adecuado es regresar a una valoración.


La conjuntivitis suele ser costosa, más que el por el tratamiento, por la incapacidad que produce para laborar. Literalmente, no juegues con tus ojos.


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas

Twitter:@CBaquedano_V



Cancún, Q. Roo, México. Abril del 2013.